El ante es el último capricho y, una vez prendado de su exótica combinación de suavidad y resistencia, quedará esclavizado para siempre. Como Cornelia, en una época pasada, al parecer solía opinar: "Un caballero regalará guantes de cuero a su mujer y, a su amante, de ante". Si es cierto, chocante - y no podríamos comentarlo. Pero el ante conserva una sensación de atractivo sibarita sobre el cuero: menos utilidad, más romanticismo. En ante ofrecemos estilos para todos los gustos (no sólo para las amantes) y la cualidad que los une es el estilo.